Las Virtudes del Ayuno
(1) Las virtudes del ayuno son ciertamente enormes, y una de las cosas registradas en los hadices auténticos (sahih) es que Allah ha elegido el ayuno para Sí mismo, y lo recompensará y multiplicará sin medida, pues dice [en un Hadiz Qudsí]:
“Excepto por el ayuno que se hace sólo por Mí, y lo recompensaré por ello”.
- El ayuno no tiene igual, y la súplica de la persona que ayuna no será rechazada.
- La persona que ayuna tiene dos momentos de regocijo: Uno es cuando rompe el ayuno, y el otro cuando se encuentra con su Señor y se regocija por su ayuno.
- El ayuno intercederá por la persona el Día del Juicio y dirá:
“Oh Señor, lo he privado de su comida y de sus deseos físicos durante el día, por eso déjame interceder por él”.
- El olor que viene de la boca de la persona que ayuna es más querido por Allah que el aroma del almizcle.
- El ayuno es una protección y una fortaleza que mantiene a la persona a salvo del Fuego.
- Quien ayune un día sinceramente por Allah, Allah lo alejará del Fuego una distancia de setenta años.
- Quien ayune un día buscando complacer a Allah, si ese es el último día de su vida, ingresará al Paraíso.
- “En el Paraíso existe una puerta llamada ar-Raiiáan a través de la cual entrarán los que ayunen, y nadie entrará por ella excepto los que hayan ayunado; una vez que hayan entrado, se cerrará y nadie más podrá entrar”.
- El ayuno de Ramadán es un pilar del Islam, el Corán fue revelado en ese mes, y en él hay una noche mejor que mil meses.
- “Cuando comienza Ramadán, se abren las puertas del Paraíso y se cierran las puertas del Infierno, y los demonios son encadenados”.
- Ayunar Ramadán equivale a ayunar diez meses.
- “Quien ayune Ramadán con fe y esperanza en la recompensa (de Allah), se le perdonarán todos sus pecados anteriores”.
- Entre los que rompan su ayuno, Allah escogerá a las personas a liberar del Fuego del Infierno.
Los Beneficios del Ayuno
(2) Existen mucha sabiduría y numerosos beneficios relacionados con la piedad (taqwa) mencionada por Allah en el versículo coránico que dice:
“¡Oh, creyentes! Se os prescribió el ayuno al igual que a quienes os precedieron para que alcancéis la piedad”. [2:183]
La interpretación de este versículo coránico es que si una persona se abstiene de hacer cosas que normalmente son lícitas intentando ganar la complacencia de Allah y por temor a Su castigo, le será más fácil abstenerse de hacer cosas prohibidas.
Cuando una persona tiene el estómago vacío y siente hambre, evita que tengan hambre o deseos muchas de sus otras facultades; pero cuando su estómago está satisfecho, su boca, sus ojos, sus manos, y sus partes íntimas comienzan a sentir hambre.
El ayuno derrota al demonio (Shaitán); controla los deseos y protege las facultades de la persona.
Cuando la persona que ayuna siente dolores a causa del hambre, vive en carne propia cómo se sienten los pobres, por lo tanto siente compasión por ellos y los ayuda a mitigar su hambre. No es lo mismo oír hablar de la necesidad que compartirla, de la misma manera que un jinete no entiende lo duro que es caminar hasta que se baja del caballo y camina por sí mismo.
El ayuno prepara a la persona a controlar sus deseos y alejarse del pecado; ayuda a la persona a sobreponerse a su propia debilidad, desarrollando la disciplina necesaria para despegarse de los malos hábitos. También ayuda a la persona a acostumbrarse a ser organizado y puntual, lo cual resolverá el problema que muchas personas tienen de ser desorganizadas, si solo se dieran cuenta de ello.
El ayuno es también una demostración de la unidad de los musulmanes, pues la Ummah (comunidad islámica) ayuna y rompe su ayuno al mismo, tiempo en unidad.
El ayuno también brinda una gran oportunidad para quienes quieren invitar a otros a Allah. En este mes, mucha gente viene a la mezquita por primera vez, y también lo hacen aquellos que no iban a la mezquita hacía mucho tiempo, y sus corazones se abren, por lo que debemos aprovechar al máximo esta oportunidad orando de manera amable, enseñando lo correcto y pronunciando palabras beneficiosas, a la vez que debemos recuperar con la corrección y las buenas acciones. Pero quien invita al Islam no debe preocuparse con los demás de tal manera que olvide su propia alma y se convierta en una vela que ilumine el camino de los demás pero se consuma a sí misma.
Reglas de etiqueta y Sunnah (tradiciones) del Ayuno
Algunos aspectos del ayuno son obligatorios (fard) y otros son recomendados (mustahab).
Debemos asegurarnos de comer y beber algo en el suhur (refrigerio de la madrugada), y de demorarlo hasta justo antes del llamado a la oración del alba (adhán al-Fayr). El Profeta r dijo:
“Coman el refrigerio de la madrugada, pues en él hay bendición (barakah)”.
“El refrigerio es alimento bendito, e implica distinguirse del pueblo del Libro (cristianos y judíos). Un buen refrigerio para el creyente son los dátiles”.
No se debe demorar la ruptura del ayuno (iftar), porque el Profeta r dijo:
“El pueblo recibe la bondad siempre y cuando no demoren su iftar”.
La persona debe romper su ayuno en la manera descrita en el siguiente hadiz narrado por Ánas:
“El Profeta (saws) solía romper su ayuno con dátiles frescos antes de orar; si no había dátiles frescos, comía dátiles secos; si no había dátiles secos, bebía unos sorbos de agua”.
Después de la ruptura del ayuno, es una tradición del Profeta r recitar las palabras registradas en el hadiz narrado por Ibn ‘Umr (que Allah esté complacido con ambos), según el cual el Profeta (saws) decía, al romper su ayuno, lo siguiente:
“Dhahaba adh-dhama’, wabtallat il-‘uruq, wa zabat al-ayru in shaa Allah (La sed se ha ido, las venas fluyen nuevamente, y se confirma la recompensa, in sha Allah)”.
Alejarse del pecado, porque el Profeta (saws) dijo:
“Cuando alguno de ustedes ayuna, no debe cometer ningún pecado...”
El Profeta (saws) dijo:
“Todo aquel que no deje de hablar falsedades ni de actuar en consecuencia, Allah no necesita que deje de comer y beber”. (Al-Bujari, al-Fat’h, n° 1903)
La persona que ayuna debe evitar todo tipo de acciones prohibidas, tales como calumnias, obscenidades y mentiras, de lo contrario, su recompensa puede perderse. El Profeta r dijo:
“Puede que una persona que ayuna no obtenga nada de su ayuno excepto hambre”.
Una de las cosas que pueden destruir las bendiciones de una persona y provocar malas acciones (sayi’aat) es dejarse distraer por programas de entretenimiento, telenovelas, películas y juegos deportivos televisados, reuniones vanas, perder el tiempo en la calle con malas compañías y que ellas mismas pierden el tiempo, andar por allí sin propósito alguno, ocupando lugar en las calles y veredas. El mes de la adoración por excelencia para muchas personas se convierte en el mes en el que duermen de día – para evitar tener hambre – y pasan las noches con entretenimientos o satisfaciendo sus deseos. Esto provoca que dejen pasar sus plegarias y la oportunidad de realizarlas en congregación. Algunas personas incluso reciben este mes con sentimientos de molestia, pensando solo en los placeres que se pierden. En Ramadán, hay gente que incluso viaja a tierras no islámicas de vacaciones. Ni siquiera las mezquitas se salvan de estos males, pues las mujeres acuden allí usando maquillaje y perfume. Aún la Casa Sagrada de Allah (Ka’bah) no se salva de estos males. Hay gente que hace de este mes un tiempo de mendicidad, aún cuando no lo necesitan. Otros se divierten con peligrosos fuegos artificiales o cosas por el estilo, y algunos pierden el tiempo en los mercados, vagando por las tiendas, o comprando ropa nueva para seguir las modas. Los comerciantes introducen nuevos productos y diseños en sus tiendas durante los diez últimos días del mes, alejando a la gente de las recompensas y las hasanat.
La persona no debe dejarse provocar, pues el Profeta (saws) dijo:
“Si alguien lo insulta o provoca, debe decir: ‘Estoy ayunando, estoy ayunando’”.
Una razón para esto es recordarse que está ayunando, y la otra es recordárselo al provocador. Pero quienes observen la conducta de quienes ayunan verán algo muy diferente. Es esencial poner en práctica el autocontrol y ser calmos, pero vemos lo opuesto en esos conductores que van por la calle a toda velocidad cuando oyen el llamado a la oración del ocaso (adhán al-Maghrib).
La persona no debe comer en exceso, porque el Profeta r dijo:
“El hijo de Adán no llena peor vasija que su estómago”.
La persona sabia no vive para comer, sino que come para vivir. El mejor tipo de comida es la que está para utilizarse, no para servirse. La gente prepara todo tipo de alimentos (durante Ramadán) y toman la preparación de la comida como una forma virtual de arte, por lo que las amas de casa y las sirvientas pasan todo su tiempo cocinando. Esto las aleja de la adoración, y la gente termina pasando más tiempo que de costumbre preparando comida durante Ramadán. Así, el mes se convierte en el mes de la indigestión, la obesidad, y las dolencias gástricas en aquellas personas que comen como glotones y beben como camellos sedientos. Cuando se paran para orar el Tarawih (la oración nocturna de Ramadán), lo hacen molestos.
La persona debe aumentar su generosidad compartiendo el conocimiento, dando en caridad, utilizando su posición de autoridad o fuerza física para ayudar a otros, y teniendo una buena actitud. Al-Bujari y Muslim reportaron que Ibn ‘Abbaas dijo:
“El Mensajero de Allah fue la más generosa de las personas, y era el más generoso de todos en Ramadán cuando el ángel Gabriel se encontraba con él; solía encontrarse con él todas las noches en Ramadán y enseñarle el Corán. El Mensajero de Allah era más generoso a la hora de hacer el bien que la brisa”.
¿Cómo puede la gente preferir la avaricia ante la generosidad y la holgazanería ante la acción al punto de no querer hacer su trabajo o tratar al otro apropiadamente, y utilizan el ayuno como excusa para esto?
Combinar el ayuno con dar de comer a los pobres es un medio de lograr el Paraíso, pues el Profeta r dijo:
“En el Paraíso hay cuartos cuyo exterior puede verse desde el interior y el interior puede verse desde el exterior. Allah los ha preparado para quienes dan de comer a los pobres, los que son gentiles en sus palabras, los que ayunan regularmente y los que oran por la noche cuando la gente duerme”.
Dijo el Profeta r:
“Quien le dé a la persona que ayuna comida para que rompa su ayuno, tendrá una recompensa igual (a la de la persona que ayuna), sin que vaya en detrimento en lo más mínimo de la recompensa del que ayuna”.
El Sheij al-Islam [Ibn Taimiyah] (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Lo que quiere decir es que debe darle de comer hasta que esté satisfecho”.
Algunos de los Sálaf (que Allah tenga misericordia con ellos) preferían a los pobres por sobre sí mismos a la hora de romper su ayuno al momento del iftar. Algunos de ellos eran ‘Abd-Allah ibn ‘Umar, Malik ibn Dinar, Áhmad ibn Hánbal y otros. ‘Abd-Allah ibn ‘Umar no rompía su ayuno a menos que hubiera huérfanos y pobres con él.
Lo que se debe hacer en este bendito mes
Prepárese usted y a su entorno para la adoración, haciendo lo siguiente:
- Arrepiéntase y regrese a Allah.
- Regocíjese con el comienzo de este mes.
- Ayune correctamente.
- Esté atento y tenga temor de Allah al realizar su oración de Tarawih.
- No se canse durante los diez días centrales del mes.
- Busque la noche de la predestinación (Lailat ul-Qadr).
- Lea el Corán completo una y otra vez, intente sensibilizarse a lo que lea, y no tema emocionarse y llorar, porque esto es una misericordia de Allah.
- Realizar una ‘Umrah durante Ramadán tiene una recompensa equivalente a realizar el Hayy con el Profeta, según un hadiz confirmado.
- La caridad realizada durante este mes se multiplica.
- El I’tikaaf (retiro en la mezquita para adorar a Allah) es una Sunnah confirmada del Profeta r.
- No hay nada malo en felicitarse unos a otros al comienzo del mes. El Profeta solía desearle a sus Compañeros buenas nuevas al comienzo de Ramadán para urgirlos a que lo aprovecharan al máximo. Abu Hurairah dijo:
“El Mensajero de Allah dijo: ‘Ha venido a ustedes Ramadán, un mes bendito. Allah ha hecho obligatorio que ayunen durante este mes. Durante el mismo, las puertas del Paraíso se abren y se cierran las puertas del Infierno, y los demonios son encadenados. En este mes, hay una noche que es mejor que mil meses, y quien se vea privado de su bondad, ciertamente ha sido privado’”.
Algunas reglas respecto al ayuno
(6) Un tipo de ayuno es aquel que se realiza en días consecutivos, como el ayuno de Ramadán, ayuno para reparar faltas cometidas como, el divorcio por dhihaar, por tener relaciones sexuales durante el día en Ramadán, o una muerte accidental. Además, el que hace un voto de ayunar días consecutivos debe cumplirlo.
Otro tipo de ayuno es el que no se realiza en días consecutivos, como lo es la recuperación de días perdidos en Ramadán, ayunar diez días si no se tiene un animal de sacrificio durante el Hayy, ayunar por romper un juramento (según la mayoría de los sabios), ayunar para compensar por violar las condiciones del ihraam (según la opinión más correcta), y ayunar para cumplir con un voto en aquellos casos en que no se tenía intención de ayunar días consecutivos.
(7) Los ayunos voluntarios recuperan las falencias de los ayunos obligatorios. Algunos ejemplos de ayunos voluntarios incluyen ‘Aashuraa’ (ayuno del 10 del mes de Muhárram), el Día de ‘Arafah (para quienes no realicen el Hayy), Ayyaam al-Bid, lunes y jueves, seis días del mes de Shawwaal, y los ayunos específicos de los meses de Muhárram y Sha’baan.
(8) No está permitido especificar el viernes para ayunar ni ayunar un sábado a menos que se trate de un ayuno obligatorio. Se refiere aquí a dedicarlo sin que haya una razón válida. No está permitido ayunar toda la vida, ni ayunar dos días o más sin romper el ayuno (es decir, ayunar más de un día sin romper el ayuno después del ocaso).
Es haram ayunar los días festivos o en Aiaam al-Tashriq – el 11, 12, y 13 de Dhu’l-Hijjah – pues se trata de días para comer, beber, y recordar a Allah. Sin embargo, los peregrinos que realicen el Hayy pueden ayunarlos (Aiaam al-Tashriq) en Minaa si no tienen la capacidad económica de ofrecer un animal en sacrificio.