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Reglas sobre el ayuno de las mujeres

(62)         La mujer que ha alcanzado la edad de la pubertad pero tiene vergüenza de contarlo y por ende no ayuna debe arrepentirse y recuperar los días perdidos. Si llega el siguiente Ramadán y aún no ha recuperado esos días, debe dar de comer a una persona pobre por cada día perdido, a manera de expiación por haber demorado su ayuno. Su caso es igual al de la persona que ayuna durante su período menstrual por timidez y no los recupera luego.

Si una mujer no sabe exactamente cuántos días ha perdido, debe ayunar hasta que tenga la certeza de que ha recuperado los días perdidos y no recuperados de Ramadanes anteriores, y ofrecer expiación por cada día demorado. Puede hacerlo junto con el ayuno o por separado, según lo que pueda hacer.

(63)        Una mujer no debe ayunar – excepto durante Ramadán – si su esposo no le da permiso para hacerlo y está presente, pero si está de viaje, entonces no cuenta.

(64)        Cuando la mujer que menstrúa ve la sustancia blanca secretada por el útero al finalizar el período y que le indica a la mujer que está táhir (pura), debe tener la intención de ayunar la noche anterior y ayunar al día siguiente. Si no tiene la certeza de que está pura, debe insertar un trozo de algodón o elemento similar, y si sale limpio, debe ayunar. Si comienza a sangrar nuevamente, debe dejar de ayunar ya sea que la sangre es abundante o solo una gota, porque rompe el ayuno siempre y cuando salga durante el período.[1]

Si el cese de la hemorragia continúa hasta el Maghrib, y la mujer ha ayunado teniendo la intención desde la noche anterior, entonces su ayuno es válido. Si la mujer siente dentro el movimiento de la sangre menstrual pero la misma no sale hasta después de que se ponga el sol, el ayuno es válido y no es necesario que recupere luego ese día de ayuno.

Si el período o la hemorragia posparto de una mujer cesa durante la noche, y tiene la intención de ayunar, pero llega el alba antes de que pueda realizar el ghusl, entonces su ayuno es válido, según la opinión de todos los sabios.[2]

(65)        Si una mujer sabe que le vendrá el período al día siguiente, debe continuar con la intención y seguir ayunando; no debe romper el ayuno hasta ver la sangre.

(66)        Es mejor que la mujer que menstrúa permanezca natural y acepte lo que Allah ha decretado para ella sin tomar ninguna medicación para evitar el sangrado. Debe estar conforme con lo que Allah acepta de ella rompiendo su ayuno durante el período y recuperando esos días más adelante. Así lo hacían las Madres de los Creyentes y las mujeres de los Sálaf. (Fatáwa al-Laynah al-Daa’imah, 10/151). Aún más, existen evidencias médicas que demuestran los problemas colaterales ocasionados por todo lo que se toma para detener el sangrado menstrual, provocando que muchas mujeres tengan períodos irregulares como resultado. Sin embargo, si una mujer hace eso y toma algo para detener la hemorragia y luego ayuna, es aceptable.

(67)        La istihádah (metrorragia) no tiene ningún efecto en la validez del ayuno.

(68)        Si una mujer embarazada pierde el embarazo y el feto tiene forma o se puede distinguir alguna parte del cuerpo, como la cabeza o la mano, entonces su sangre se considera nifas (posparto). Por el contrario, si lo que ella expulsa se parece más a un coágulo (‘alaq) o un trozo de carne (mudghah) sin rasgos humanos, su sangrado es istihádah (metrorragia). Si puede, debe ayunar, de lo contrario, puede romper el ayuno y recuperarlo más adelante.[3] Una vez que la mujer quede limpia después de una operación para limpiar el vientre (raspaje), debe ayunar. Los sabios sostienen que el embrión se considera con forma después de los 80 días de embarazo.

 

Si una mujer recupera la pureza de nifas antes de los cuarenta días, debe ayunar y realizar el ghusl para poder orar.[4] Si el sangrado vuelve dentro de los cuarenta días posteriores al parto, debe dejar de ayunar, porque sigue siendo nifas. Si el sangrado continúa después del día cuarenta, debe tener la intención de ayunar y realizar el ghusl (según la mayoría de los sabios), y todo sangrado que venga más allá del día cuarenta se considera istihádah (metrorragia) a menos que coincida con el momento habitual del período, en cuyo caso se considera menstruación.

Si la mujer que amamanta ayuna durante el día y ve una gota de sangre durante la noche a pesar de haber estado limpia durante el día, su ayuno sigue siendo válido.[5]

(69)        Según la opinión más correcta, una mujer que está embarazada o en lactancia se considera que está impedida, en su estado similar al de los enfermos, por lo cual está permitido que no ayune. Solo tiene la obligación de recuperar más tarde los días perdidos, ya sea que tema por sí misma o por su bebé. El Profeta r dijo:

“Allah ha relevado de la obligación de ayunar y de una parte de la oración al viajero, y ha relevado de la obligación de ayunar a la mujer embarazada o que amamanta”.[6]

Si una mujer embarazada ayuna y sufre alguna hemorragia, su ayuno es válido y no se ve afectado en absoluto.[7]

(70)        En el caso de la mujer que tiene la obligación de ayunar, si su esposo tiene relaciones sexuales con ella durante el día en Ramadán con su consentimiento, entonces la regla se aplica a él tanto como a ella. Sin embargo, si es obligada a hacerlo, ella debe hacer lo posible para resistirse, pero si no puede resistirse, no es necesario que ofrezca expiación.

Como precaución, ella puede recuperar más adelante ese ayuno.[8]

Una mujer que sabe que su esposo no puede controlarse debe alejarse de él y no adornarse ni embellecerse durante el día en Ramadán.

Las mujeres tienen que recuperar los ayunos perdidos durante Ramadán, aún si lo hacen sin el conocimiento de sus esposos. Para un ayuno obligatorio, no es condición que la mujer tenga el permiso de su marido. Si una mujer comienza a realizar un ayuno obligatorio, no está permitido que lo rompa a menos que sea por una razón válida. Su marido no puede ordenarle que rompa el ayuno si ella está recuperando un día perdido; tampoco está permitido que tenga relaciones sexuales con ella si está recuperando un ayuno, y ella tampoco puede obedecerle en ese sentido.[9]

En el caso de los ayunos voluntarios, la mujer no puede comenzar un ayuno no obligatorio cuando su marido está presente si éste no le da permiso, debido al hadiz narrado por Abu Huráirah, en el que el Profeta r dijo:

“Ninguna mujer debe ayunar si su marido está presente sin el permiso de éste”.[10]




[1] Fatáwa al-Laynah al-Daa’imah, 10/154.

[2] Al-Fat’h, 4/148.

[3] Fatáwa al-Laynah al-Daa’imah, 10/224.

[4] Al-Mughni ma’a ash-Shárh ul-Kabir, 1/360.

[5] Fatáwa al-Laynah al-Daa’imah, 10/150.

[6] Registrado por at-Tírmidhi, 3/85; considerado como hadiz hásan.

[7] Fatáwa al-Lajnah al-Daa’imah, 10/225.

[8] El Sheik al-Islam Ibn Taymiyah (que Allah tenga piedad de él) era de la opinión que esto no invalida en absoluto el ayuno de la mujer.

[9] Fatáwa al-Lajnah al-Daa’imah, 10/353.

[10] Registrado por al-Bujari, 4793.






Conclusión


En conclusión, esto es lo que pude escribir acerca del ayuno. Le pido a Allah que nos ayude a recordarlo, agradecerle y adorarlo correctamente, y a concluir nuestro Ramadán con perdón, y que nos salve del Infierno.

Que Allah bendiga a nuestro Profeta Muhammad, y a su familia y compañeros, y que les conceda la paz.

 


 
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